Tarea 466
LINK >>> https://urloso.com/2tCGYb
Apoyamos a los padres en sus esfuerzos por reforzar en casa lo que sus hijos están aprendiendo en la escuela. A continuación, se encuentra una lista de recursos para la tarea clasificados por grado y materia. Esta lista va a aumentar, de modo que esté pendiente y nuestras escuelas informarán a los padres a medida que haya nuevos recursos disponibles.
Ésta mañana desde muy temprano comenzaron las tareas para elevar el tanque de agua que nos permitirá tener una reserva de 25 mil litros de éste vital elemento para nuestra tarea diaria. Para la misma se recibió la colaboración del vecino Rogelio Arzac de la empresa Inelec que con su grúa realizó ésta delicada tarea sin cobrar por su servicio.
La apertura atenta y constante a las ciencias proporciona a la doctrina social de la Iglesia competencia, concreción y actualidad. Gracias a éstas, la Iglesia puede comprender de forma más precisa al hombre en la sociedad, hablar a los hombres de su tiempo de modo más convincente y cumplir más eficazmente su tarea de encarnar, en la conciencia y en la sensibilidad social de nuestro tiempo, la Palabra de Dios y la fe, de la cual la doctrina social arranca .110
La doctrina social comporta también una tarea de denuncia, en presencia del pecado: es el pecado de injusticia y de violencia que de diversos modos afecta la sociedad y en ella toma cuerpo.120 Esta denuncia se hace juicio y defensa de los derechos ignorados y violados, especialmente de los derechos de los pobres, de los pequeños, de los débiles.121 Esta denuncia es tanto más necesaria cuanto más se extiendan las injusticias y las violencias, que abarcan categorÃas enteras de personas y amplias áreas geográficas del mundo, y dan lugar a cuestiones sociales, es decir, a abusos y desequilibrios que agitan las sociedades. Gran parte de la enseñanza social de la Iglesia, es requerida y determinada por las grandes cuestiones sociales, para las que quiere ser una respuesta de justicia social.
95 Con la encÃclica Pacem in terris ,167 Juan XXIII pone de relieve el tema de la paz, en una época marcada por la proliferación nuclear. La Pacem in terris contiene, además, la primera reflexión a fondo de la Iglesia sobre los derechos humanos; es la encÃclica de la paz y de la dignidad de las personas. Continúa y completa el discurso de la Mater et magistra y, en la dirección indicada por León XIII, subraya la importancia de la colaboración entre todos: es la primera vez que un documento de la Iglesia se dirige también a todos los hombres de buena voluntad ,168 llamados a una tarea inmensa: la de establecer un nuevo sistema de relaciones en la sociedad humana, bajo el magisterio y la égida de la verdad, la justicia, la caridad y la libertad .169 La Pacem in terris se detiene sobre los poderes públicos de la comunidad mundial, llamados a examinar y resolver los problemas relacionados con el bien común universal en el orden económico, social, polÃtico o cultural .170 En el décimo aniversario de la Pacem in terris , el Cardenal Maurice Roy, Presidente de la Pontificia Comisión Iustitia et Pax , envió a Pablo VI una carta, acompañada de un documento con un serie de reflexiones sobre el valor de la enseñanza de la encÃclica del Papa Juan para iluminar los nuevos problemas vinculados con la promoción de la paz.171
255 El Antiguo Testamento presenta a Dios como Creador omnipotente (cf. Gn 2,2; Jb 38-41; Sal 104; Sal 147), que plasma al hombre a su imagen y lo invita a trabajar la tierra (cf. Gn 2,5-6), y a custodiar el jardÃn del Edén en donde lo ha puesto (cf. Gn 2,15). Dios confÃa a la primera pareja humana la tarea de someter la tierra y de dominar todo ser viviente (cf. Gn 1,28). El dominio del hombre sobre los demás seres vivos, sin embargo, no debe ser despótico e irracional; al contrario, él debe cultivar y custodiar (cf. Gn 2,15) los bienes creados por Dios: bienes que el hombre no ha creado sino que ha recibido como un don precioso, confiado a su responsabilidad por el Creador. Cultivar la tierra significa no abandonarla a sà misma; dominarla es tener cuidado de ella, asà como un rey sabio cuida de su pueblo y un pastor de su grey.
259 En su predicación, Jesús enseña a apreciar el trabajo. Él mismo se hizo semejante a nosotros en todo, dedicó la mayor parte de los años de su vida terrena al trabajo manual junto al banco del carpintero ,573 en el taller de José (cf. Mt 13,55; Mc 6,3), al cual estaba sometido (cf. Lc 2,51). Jesús condena el comportamiento del siervo perezoso, que esconde bajo tierra el talento (cf. Mt 25,14-30) y alaba al siervo fiel y prudente a quien el patrón encuentra realizando las tareas que se le han confiado (cf. Mt 24,46). Él describe su misma misión como un trabajar: Mi Padre trabaja siempre, y yo también trabajo (Jn 5,17); y a sus discÃpulos como obreros en la mies del Señor, que representa a la humanidad por evangelizar (cf. Mt 9,37-38). Para estos obreros vale el principio general según el cual el obrero tiene derecho a su salario (Lc 10,7); están autorizados a hospedarse en las casas donde los reciban, a comer y beber lo que les ofrezcan (cf. ibÃdem).
264 La conciencia de la transitoriedad de la escena de este mundo (cf. 1 Co 7,31) no exime de ninguna tarea histórica, mucho menos del trabajo (cf. 2 Ts 3,7-15), que es parte integrante de la condición humana, sin ser la única razón de la vida. Ningún cristiano, por el hecho de pertenecer a una comunidad solidaria y fraterna, debe sentirse con derecho a no trabajar y vivir a expensas de los demás (cf. 2 Ts 3,6-12). Al contrario, el apóstol Pablo exhorta a todos a ambicionar vivir en tranquilidad con el trabajo de las propias manos, para que no necesitéis de nadie (1 Ts 4,11-12), y a practicar una solidaridad, incluso material, que comparta los frutos del trabajo con quien se halle en necesidad (Ef 4,28). Santiago defiende los derechos conculcados de los trabajadores: Mirad; el salario que no habéis pagado a los obreros que segaron vuestros campos está gritando; y los gritos de los segadores han llegado a los oÃdos del Señor de los ejércitos (St 5,4). Los creyentes deben vivir el trabajo al estilo de Cristo, convirtiéndolo en ocasión para dar un testimonio cristiano ante los de fuera (1 Ts 4,12).
290 La conservación del empleo depende cada vez más de las capacidades profesionales.628 El sistema de instrucción y de educación no debe descuidar la formación humana y técnica, necesaria para desarrollar con provecho las tareas requeridas. La necesidad cada vez más difundida de cambiar varias veces de empleo a lo largo de la vida, impone al sistema educativo favorecer la disponibilidad de las personas a una actualización permanente y una reiterada cualifica. Los jóvenes deben aprender a actuar autónomamente, a hacerse capaces de asumir responsablemente la tarea de afrontar con la competencia adecuada los riesgos vinculados a un contexto económico cambiante y frecuentemente imprevisible en sus escenarios de evolución.629 Es igualmente indispensable ofrecer ocasiones formativas oportunas a los adultos que buscan una nueva cualificación, asà como a los desempleados. En general, la vida laboral de las personas debe encontrar nuevas y concretas formas de apoyo, comenzando precisamente por el sistema formativo, de manera que sea menos difÃcil atravesar etapas de cambio, de incertidumbre y de precariedad.
366 La extensión de la globalización debe estar acompañada de una toma de conciencia más madura, por parte de las organizaciones de la sociedad civil, de las nuevas tareas a las que están llamadas a nivel mundial. Gracias también a una acción decidida por parte de estas organizaciones, será posible colocar el actual proceso de crecimiento de la economÃa y de las finanzas a escala planetaria en un horizonte que garantice un efectivo respeto de los derechos del hombre y de los pueblos, además de una justa distribución de los recursos, dentro de cada paÃs y entre los diversos paÃses: El libre intercambio sólo es equitativo si está sometido a las exigencias de la justicia social .756
402 Para tutelar el bien común, la autoridad pública legÃtima tiene el derecho y el deber de conminar penas proporcionadas a la gravedad de los delitos.827 El Estado tiene la doble tarea de reprimir los comportamientos lesivos de los derechos del hombre y de las reglas fundamentales de la convivencia civil, y remediar, mediante el sistema de las penas, el desorden causado por la acción delictiva. En el Estado de Derecho, el poder de infligir penas queda justamente confiado a la Magistratura: Las Constituciones de los Estados modernos, al definir las relaciones que deben existir entre los poderes legislativo, ejecutivo y judicial, garantizan a este último la independencia necesaria en el ámbito de la ley .828
413 Los partidos polÃticos tienen la tarea de favorecer una amplia participación y el acceso de todos a las responsabilidades públicas. Los partidos están llamados a interpretar las aspiraciones de la sociedad civil orientándolas al bien común,846 ofreciendo a los ciudadanos la posibilidad efectiva de concurrir a la formación de las opciones polÃticas. Los partidos deben ser democráticos en su estructura interna, capaces de sÃntesis polÃtica y con visión de futuro.
El fiel laico es discÃpulo de Cristo a partir de los sacramentos y en virtud de ellos, es decir, en virtud de todo lo que Dios ha obrado en él imprimiéndole la imagen misma de su Hijo, Jesucristo. De este don divino de gracia, y no de concesiones humanas, nace el triple munus (don y tarea), que cualifica al laico como profeta, sacerdote y rey, según su Ãndole secular. 781b155fdc